La inteligencia del bebé depende del tamaño del trasero de la madre

Foto: Diario Montevideo
La ciencia establece que el desarrollo del cerebro de un bebé depende en parte de las reservas de grasa acumuladas en los glúteos y muslos.
El profesor Lassek de la Universidad de Pittsburg explica que las grasas en estas áreas se utilizan sobre todo durante la lactancia y pueden influir en la inteligencia del bebé.
Lassek afirma que se necesita una gran cantidad de grasa para "fabricar" el sistema nervioso del recién nacido, y que las grasas que la naturaleza reserva para tal fin son ricas en DHA (ácido docosahexaenoico), que es un componente particularmente importante en el cerebro humano.
Además, agrega que en la mayoría de los mamíferos los niveles de grasa en el cuerpo son alrededor de 5 a 10%, pero en las mujeres esta cifra se eleva al 30%, cifra similar a la de "un oso a punto de entrar en hibernación, o la de las ballenas que viven en mares fríos".
En conclusión, mujeres tienen que cultivar bien ese trasero si quieren tener un hijo inteligente.

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