Desmanes en concierto de Karol G en Bogotá; multitud rompió filtros de seguridad para ingresar

Desde que se hizo público el anuncio del 'Mañana Será Bonito Tour' de Karol G en Bogotá, se desató una intensa euforia entre sus seguidores quienes llevaban esperando este momento desde hace un largo tiempo.

La anticipación por asegurar un lugar uno de los eventos musicales más esperados del año fue tan palpable que la venta de las primeras boletas se convirtió en un auténtico fenómeno, vendiéndose en cuestión de minutos.

Ante tal demanda y éxito, se decidió añadir una segunda fecha, la cual experimentó una respuesta igualmente ferviente y agotó sus entradas en tiempo récord.

No obstante, este entusiasmo desbordado también dejó a muchos aficionados descontentos y frustrados. A pesar de sus esfuerzos, no lograron adquirir sus boletos a tiempo y se vieron en la necesidad de recurrir al mercado de reventa. Aquí, los precios alcanzaron niveles exorbitantes, lo que exacerbó aún más las tensiones y las emociones de aquellos que se sentían excluidos del espectáculo.

Fanáticos de Karol G entraron al Campín a la fuerza; rompieron filtros de seguridad

Esta situación de alta demanda y escasa oferta generó problemas adicionales el día del concierto, concretamente el viernes 5 de abril, en el estadio El Campín. En un intento desesperado por acceder al recinto, un gran número de personas optó por tratar de colarse, resultando en escenas de caos, enfrentamientos y daños al mobiliario circundante.

Los residentes y testigos de estos incidentes no tardaron en compartir sus testimonios y evidencias a tráves de redes sociales. Los vídeos publicados mostraban a individuos intentando forzar la entrada a la zona más cercana del estadio, sugiriendo la posibilidad de que algunos de ellos pudieran haber sido víctimas de la compra de boletas falsas. A pesar de la especulación inicial, aún se espera un comunicado oficial que esclarezca los detalles de lo ocurrido.

Las grabaciones capturaron momentos de tensión y confusión, con comentarios como "Miren cómo es la vuelta acá, se están metiendo la gente a las malas", que reflejaban la gravedad de la situación. Inicialmente, se observaba a la multitud corriendo hacia una de las entradas principales del estadio, para luego intentar derribar una reja amarilla que servía como punto de acceso al Campín.

El caos se intensificó con los gritos y silbidos de los presentes, acompañados de expresiones como "Se metió la gente" y "se quedaron con las boleticas". Estas reacciones revelaban la frustración y el descontento de aquellos que presenciaban los intentos fallidos de ingresar al evento para el que habían esperado con tanta ilusión.

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