Bad Bunny acusado de supuesta estafa por detalle en sus concierto: Le exigen 6 millones de dólares

La residencia 'No Me Quiero Ir de Aquí' de Bad Bunny en Puerto Rico se ha convertido en todo un fenómeno cultural, reuniendo a miles de fanáticos y a un sinfín de celebridades en el Coliseo José Miguel Agrelot de la isla. Durante semanas, el público ha disfrutado de un espectáculo que ya es considerado histórico, tras convertirse en el primer show con 31 funciones completamente agotadas en el mismo lugar.

El próximo 20 de septiembre, el puertorriqueño cierra ese ciclo de presentaciones con un último show cargado de emociones, aunque en medio de una polémica, la disputa legal en torno a “La Casita”, el espacio VIP que se transformó en lo más comentado de su residencia.

¿Por qué demandaron a Bad Bunny?

Todo se remonta a la Navidad de 2024 cuando el equipo de Bad Bunny decidió contactar a Román Carrasco, mejor conocido como 'Don Roman', un señor de 84 años analfabeta para que prestara su casa para el cortometraje 'Debí Tirar Más Fotos' en el que el cantante utilizó la vivienda para impulsar su nuevo álbum y dar un abrebocas de lo que traería para su público. Según el acuerdo inicial, recibió 5.200 dólares por las dos semanas en las que se usó la vivienda.

El problema radicó cuando miles de fanáticos filtraron la ubicación exacta de la casa que con el tiempo se convirtió en un lugar turístico. Afectando directamente la privacidad y tranquilidad de Roman, quien afirmó haberse visto obligado a soportar multitudes e incluso drones frente a su hogar.

La situación se escaló aún más tras las acusaciones de 'Don Roman' que aseguró que al no saber leer ni escribir se realizó un acuerdo de manera verbal y que únicamente le dieron un celular para firmar. A lo que presuntamente el equipo de Bad Bunny replicaría su firma en dos contratos distintos que nunca le fueron explicados. Además, afirmando que en ningún momento se le manifestó que se realizarían réplicas exactas de su casa y aparte, merch oficial.

Dentro de la demanda solicitó la anulación de los dos contratos y una compensación no menos de 6 millones de dólares por daños emocionales, además, del pago de los honorarios de sus abogados y la cobertura de los gastos que surjan durante el proceso legal.

Por el momento el cantante no ha dado declaraciones formales al respecto, pero se espera que ponto se manifieste y logre llegar a un acuerdo justo con 'don Roman', debido a que se acerca el inicio de su gira internacional y los fanáticos esperan experimentar la misma calidad de show que se vivió en Puerto Rico.