Maquillaje: Así puedes usar sombras doradas y cobre para iluminar el lagrimal sin saturar tu rostro
El secreto para no saturar el rostro está en trabajar las sombras por capas.
Crédito: Getty Images
Iluminar la mirada sin caer en excesos es uno de los grandes retos del maquillaje, y las sombras doradas y cobre se han convertido en las mejores aliadas para lograrlo. Estas tonalidades, bien aplicadas, aportan luz, profundidad y un efecto sofisticado que funciona tanto de día como de noche. La clave está en la técnica, el equilibrio y la correcta elección de tonos dentro de la misma gama cromática.
Antes de pensar en el brillo, es fundamental preparar el lienzo. Un maquillaje de ojos exitoso comienza con cejas definidas pero naturales, que enmarquen el rostro sin robar protagonismo a la mirada. Usar un lápiz o sombra del tono de tus cejas ayudará a mantener armonía. Después, aplicar una base neutra en todo el párpado —en tonos claros como marfil o amarillo suave— permitirá que las sombras metálicas se adhieran mejor y duren más tiempo.
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El secreto para no saturar el rostro
El secreto para no saturar el rostro está en trabajar las sombras por capas. Comienza con un dorado suave como tono principal y difumina cuidadosamente en el párpado móvil.
Luego, integra un tono cobre o dorado más oscuro en el pliegue del ojo para crear profundidad. Este contraste aporta dimensión sin endurecer la expresión, especialmente si los bordes están bien difuminados.
El lagrimal es el protagonista de esta tendencia. Aquí es donde entra el toque estratégico: aplica una pequeña cantidad de sombra dorada clara o champán y difumina suavemente. Este paso ilumina la mirada al instante y da un efecto de ojos más grandes y despiertos, sin necesidad de recargar el maquillaje. Menos es más, especialmente en esta zona.
Para equilibrar el look, puedes llevar el tono cobre de forma sutil a la línea inferior de las pestañas, logrando un delineado suave que conecte toda la mirada. Si decides usar delineador, opta por tonos marrón y trazos finos para no competir con el brillo de las sombras. Finaliza con máscara de pestañas para aportar volumen y definición.
Las sombras doradas y cobre no son exclusivas de eventos nocturnos. Con una aplicación ligera y bien difuminada, se adaptan perfecto al día a día, elevando cualquier look con un glow elegante y moderno. El truco está en iluminar estratégicamente, no en exagerar. Así, tu maquillaje brillará tanto como tú.
