Love Parade a la vista!
La policía y el sector turístico temen el caos por la confusión creada entorno a la Love Parade, la gran fiesta "tecno" que atrae a Berlín a un millón de seres danzantes, sobre la que pesa la amenaza del bloqueo burocrático por parte de colectivos de "alérgicos" a esa fiesta.
La incertidumbre se cierne sobre la Love Parade, una señal de identidad del Nuevo Berlín, desde que un grupo de vecinos liderados por un jubilado llamado Hans-Heiner Steffenhagen decidió cortar el paso a la discoteca rodante que cada año discurre, el segundo sábado de julio, a través del hermoso Tiergarten.
Su objetivo era liberar a ese parque de los daños que provocan centenares de miles de "ravers" -entusiastas del tecno- congregados alrededor de medio centenar de camiones expendedores de una descarga decibélica que retumba por el centro de la capital.
El señor Steffenhagen se apuntó un primer tanto y se adelantó en el trámite burocrático de presentar en la ventanilla correspondiente una solicitud de manifestación con el mismo día e idéntico recorrido que el desfile juvenil, pero con el lema "Salvad el Tiergarten". La jugada tomó por sorpresa a Planetcom, organizadora de la Love Parade, que quedó atenazada por el bloqueo administrativo.
Desde hace semanas, las autoridades, el sector turístico y la organización buscan una solución al embrollo administrativo.
Los de Planetcom demostraron que llevan a la práctica el espíritu de su "fiesta del amor" y respondieron con propuestas conciliadoras a la batalla de los vecinos. Vale la pena aclarar que las toneladas de basura y los destrozos que causan en el parque ese millón de jóvenes quedan "compensados" por los 200 millones de marcos (100 millones de dólares) que deja la fiesta, en un solo día, para Berlín.


