9 acciones que puedes realizar para ser sexy

Te contamos 9 consejos científicos que puedes usar en tu beneficio para verte mucho más sexy.

1. Sonreír: La sonrisa es el gesto más efectivo para potenciar tu belleza física. Su impacto sobre las otras personas es inmediato y también sobre ti mismo. En el caso de las mujeres, la felicidad fue considerada por hombres canadienses como la cualidad más atractiva, por encima de otras emociones como el orgullo o la vergüenza y, en los hombres, parece ser que el recurso causa mucha mejor impresión cuando se sonríe lentamente.

2. Dormir: El descanso es otra de las prácticas habituales y conocidas para conservar un cuerpo saludable y esbelto. De acuerdo con una investigación realizada en el Laboratorio del Sueño de Estocolmo, Suecia, las personas que no duermen lo suficiente parecen menos saludables atractivas que quienes descansan bien.

3. Vestir de rojo: Seas mujer u hombre, el rojo es el color del atractivo físico. En las mujeres, el color rojo se interpreta por parte de los hombres como símbolo de disponibilidad sexual y fertilidad. En el caso de los hombres, no queda claro por qué las mujeres también encuentran más atractivos a quienes visten de rojo, pero al parecer sí sucede. Se conjetura que en ambos sexos el color rojo actúa como un comportamiento reproductivo relevante.

4. Hombres, aféitense: Según una encuesta llevada a cabo en el sitio Judg.me, los hombres con barba son percibidos generalmente como sociables, mientras que quienes se dejan el bigote se les asocia con la introversión. Curiosamente, quienes se rasuran son percibidos por las mujeres tan sociables como inteligentes, en especial cuando se observa esa sombra sutil del vello facial que empieza a crecer justo después de afeitarse.

5. Hombres: mentón arriba. Mujeres: mentón abajo

La primera impresión es la que cuenta, y desde una perspectiva psicológica, en los hombres esta impresión es mucho más favorecedora si se muestran con el mentón en alto, lo cual disminuye el dimorfismo natural del rostro, mientras que en las mujeres este mismo efecto benéfico se consigue bajando ligeramente el mentón.

6. Hombres: Voz profunda. Mujeres: siempre femeninas

Existe una relación ente el tono de voz y la capacidad reproductiva del hombre. En el caso de las mujeres, la “feminidad” de la voz, definida sobre todo por su frecuencia, es previsiblemente mucho más sensual para un hombre, aunque las mujeres también se sirven de este recurso, más o menos conscientemente, para neutralizar posibles competidoras.

7. Cuidar la altura: En tiempos pasados, la corpulencia era en los hombres su carta más fuerte para conquistar a una mujer. Sin embargo, esa grandeza física puede compensarse de otra manera: un hombre puede no ser alto, pero sí ganar más dinero que un hombre alto, y eso es suficiente para una posible compañera. En las mujeres, a pesar de que sigue siendo una realidad que los hombres de mayor estatura son mucho más exitosos reproductivamente que los de baja, situación exactamente contraria a la de las mujeres, entre quienes las más bajas, en términos de altura, son las que tienen mayor probabilidad de reproducirse.

8. Mujer: Usa maquillaje y saca provecho de tus senos

En el caso del maquillaje, diversos estudios muestran que lo mismo llama más la atención de los hombres que le considera signo de solvencia económica e incluso de independencia. Los senos tienen un efecto parecido pero mucho más notorio: las mujeres de senos grandes o vistosos consiguen mucho más cortejo masculino.

9. Hombres: muéstrense confiados y musculosos

Los estereotipos reciben este nombre por una razón: funcionan. Las mujeres se dejan seducir por hombres cuyo primer contacto va acompañado del lenguaje corporal de la seguridad. Así mismo, una investigación psicológica reciente mostró que los hombres menos estresados son significativamente más atractivos para las mujeres. Para decepción de muchos, la mujer parece no interesarse en la capacidad intelectual de su posible hombre, se trate de una supermodelo o una mujer común, para quienes la inteligencia es la última de las cualidades masculinas consideradas sensuales.