Soplar los cassetes del Nintendo no servía para nada
Quienes nacieron en las décadas de los 80’s y 90’s muy probablemente tuvieron en sus casas una consola nintendo, ya sea el famoso Family, Snes o como quieran que sea.

Se sabe que esta consola tuvo una gran demanda en este tiempo, pero además, su tecnología a pesar de ser poco visual, su innovación siempre fue un motivo de admiración.
También hay que agregar, que en esa época, las personas eran un poco “cavernícolas” y nos referimos con este término tomando como ejemplo cuando alguno de nuestros televisores se averiaba, acción siguiente era golpearlo por alguno de los lados para que volviera a su función normal.
Todos esos golpes y accidentes parecían no tener nada que ver con una falla recurrente de este sistema: eventualmente, el Nintendo no leía correctamente los cartuchos y no se podían jugar, al menos no al primer intento. Y para solucionarlo, el método más efectivo era soplar dentro de la ranura de los cartuchos.
Todas las personas utilizaban este método que se iba convirtiendo en un mito urbano. Algunos afirmaban que por medio de la humedad que se le daba, se reactivaba el cartucho por medio de la “limpieza” del polvo.
Poco tiempo después se reafirmó que esta práctica era innecesaria y el hecho de que el cassete funcionara no era por una falla causada por el polvo, sino operaciones técnicas de la consola y simplemente se reanudaba la lectura del videojuego.
Muchos dicen que es un efecto psicológico y era un placebo para el cerebro interpretar que gracias a esto se arreglaba los juegos.
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