Cómo ha sido el proceso de las víctimas de las Farc en este camino hacia la paz

Conoce algunas historias de quienes el conflicto ha golpeado.

Archivo: Colprensa

El exministro Gilberto Echeverri Mejía, fue secuestrado el 21 de abril de 2002 por la guerrilla de Las Farc, acompañando en ese momento al entonces Gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria Correa. Su familia quedó con una profunda tristeza desde ese momento en el que arrancaron de sus brazos al padre, abuelo, hijo y querido familiar.

Su esposa Doña Marta Inés Pérez, aún desea que la guerrilla que le arrebató de su hogar a este hombre, hoy a pocas semana de una nueva etapa de paz para el país, le digan qué hicieron con él y evidentemente den signos de arrepentimiento.

Otro testimonio de melancolía lo protagoniza Don Jaime Jaramillo Panesso, quien se quedó esperando a su hijo Fidel Jaime Jaramillo Galvis un hombre que desarrollaba su oficio como tecnólogo en el suroriente de Antioquia

Este padre lleno de tristeza escribió una columna en donde de forma amorosa pero a la vez llena de dolor narra o que sucedió con su amado Fidel: “apareció un grupo de guerrilleros del frente 47 de las Farc, que dirige la curtida comandante Karina… “Entonces lo fusilaron en la misma orilla del carreteable. Con un Galil de grueso calibre le apuntaron al occipital. Otros tres tiros en el tórax remataron la tarea eliminatoria de un peligroso enemigo”.

Además a este relato le agregó unas cuantas preguntas que quisiera entender de parte de Las Farc:"La comandante del frente 47 de las Farc lleva el alias de Karina. A ella le increpo: ya puse mi cuota de guerra, un plante de vida descuajado en sangre. ¿Cuándo va a poner usted su cuota de paz, aportando su plante de vida para con los civiles, para con los inocentes, para con las ciudadanas y ciudadanos desarmados?”

Otra cara de la guerra es la de la abogada y exsenadora Yolanda Pinto, quien también perdió a su marido en cautiverio, hoy después de 13 años ha tenido la valentía de dejar que su corazón le de otra oportunidad de vida a quienes fueran los verdugos de su amado; en entrevista a través de Caracol Radio, dijo que su aporte a la paz es el perdón, ya ha sanado sus heridas:

"Yo tomé el camino del perdón. “Si no perdonamos nuestras vidas se convierten en un infierno. ¿Qué hacen las personas que no otorgan el perdón?, ¿Dedicar todos los días en odiar a los que nos hicieron daño y en buscar como vengarnos? Yo creo que eso es un infierno. Yo tomé el camino del perdón, a pesar del dolor inmenso que me causaron y que todavía siento en el corazón. Yo no quería que todo se volviera un infierno, yo quiero vivir mi vida sin odiar, y así lo he logrado. Hoy, 13 años después, tengo mi corazón en paz, no odio y no busco venganza, solo anhelo la reconciliación y espero que este conflicto que me quitó a Guillermo se acabe por la vía del diálogo como lo soñó Guillermo”, añadió la mujer.

Muchos otros testimonios han sido domumentados, mostrando que aunque demasiadas han sido las víctimas, para algunos el camino hacia la paz es la salida, sin embargo para otros no será fácil llegar a limpiar su corazón de los rastros de la guerra.