Ellen DeGeneres se disloca un dedo por culpa de sus impacientes perros
La famosa presentadora utilizó el monólogo inicial de su programa de televisión para narrar el aparatoso accidente que sufrió.
Fiel a la simpatía y al carácter bromista que tanto la caracterizan, la humorista y presentadora Ellen DeGeneres se ha encargado personalmente de desvelar ante los millones de personas que ven cada día su programa que, solo unos días antes, había recibido un fuerte golpe contra la puerta de su casa que le ha dejado como resultado un dedo dislocado y un hematoma en la frente.
"Tengo algo que enseñarles, lo tengo aquí mismo. ¿Pueden verlo? Me he roto el dedo y sé lo que debéis de estar pensando ahora mismo: '¿Cómo puedes presentar un programa sin la punta del dedo?'. Pues no pienso dejar que esto me frene. ¡Estoy decidida a seguir adelante!", bromeó al inicio del monólogo con el que dio comienzo a su programa de ayer lunes, justo antes de entrar a relatar la historia sobre tan llamativo percance.
"El caso es que volvíamos a casa después de una cena con amigos y todo ocurrió cuando casi nos encontrábamos en la puerta de casa. Los perros se emocionaron tanto al escuchar que llegábamos, que me lancé a la puerta y me tropecé con el escalón. Me choqué contra la puerta y debí de hacerme algo en el dedo. No sabía qué exactamente, pero sabía que algo iba mal", contó.
Fue en ese momento cuando la esposa de la famosa cómica, la actriz Portia de Rossi, tomó las riendas de la situación y la llevó rápidamente hasta el Hospital Universitario de Los Ángeles, donde Ellen se sometió a una prueba de rayos X para determinar el alcance de la lesión y posteriormente recibió todos los cuidados necesarios para asegurar una pronta recuperación.
"Portia me llevó rápidamente al hospital, a la zona de Urgencias. Cuando llegamos lo primero que me pidió la recepcionista fue que le firmara un montón de cosas: una foto para su sobrino, una camiseta para ella... No, en serio, todos fueron maravillosos y de gran ayuda, sobre todo Tammy, que fue la enfermera que me atendió. Luego me hicieron unos rayos X para ver hasta qué punto era grave y, bueno, el caso es que no me rompí el dedo, solo me lo disloqué. Por cierto, este me parece un término incorrecto, porque sabía perfectamente dónde estaba localizado el dedo, el problema es que estaba localizado en el sitio erróneo", explicó en tono jocoso.