Liam Payne llegó a odiar su vida en One Direction

El cantante experimentaba tal nivel de tensión, que acabó rompiendo a llorar sin previo aviso cuando un paparazzi empujó por accidente a su madre

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El 'descanso temporal' que se tomó One Direction a principios de 2015 pareció marcar el pistoletazo de salida para que sus cuatro componentes y Zayn Malik, que ya había abandonado el barco meses antes, se sinceraran acerca de su vida como parte del famoso grupo para revelar que no todo era color de rosa. Harry Styles y el mencionado Zayn, por ejemplo, prácticamente no intercambiaron palabra durante sus años juntos, Louis Tomlinson siempre se sintió el 'patito feo' de la banda y ahora Liam Payne, probablemente el más discreto de los cinco jóvenes, ha reconocido que, en silencio, él también vivió un infierno.

Tras su imagen habitual de calma, la tensión y estrés que sufría el cantante era tal que cualquier incidente podía hacerle estallar, aunque el peor de todos fue sin duda el momento en que rompió a llorar cuando un paparazzi empujó accidentalmente a su madre.

"Lo único que quería era comerme una hamburguesa con mis padres. Y acabé llorando a lágrima viva. Pensaba que no podía hacerlo, que no podía seguir adelante y odiaba realmente mi vida", ha recordada en una entrevista a un reconocido periódico.

Pese a que sus giras con 1D le llevaron a recorrer el mundo, y amasar una considerable fortuna, la realidad es que los cantantes apenas tenían tiempo para disfrutar de los países que visitaban y, de hecho, apenas podían abandonar sus hoteles por miedo a ser aplastados por la multitud de fans que les esperaban a la puerta, lo que no hacía más que aumentar la sensación de aislamiento de Liam.

Afortunadamente, el intérprete ha encontrado a la hora la estabilidad junto a su pareja, Cheryl, con quien ha debutado en la paternidad en un momento inmejorable -con el despegue de su carrera en solitario- y con la mejor compañera que podría desear.