Bella Thorne se siente insegura respecto a su educación, pero nunca su físico
La actriz desearía haber recibido una formación más completa, algo que no resultó posible en su antiguo colegio debido a la dislexia que padece, pero ahora piensa remediar esta situación
La perspectiva de pasar la adolescencia y convertirse en una joven mujer bajo el intenso escrutinio de la atención mediática, siempre dispuesta a despedazar a aquellas estrellas infantiles que no retienen su antiguo encanto al dar el salto a la vida adulta, resulta aterradora y desde luego sería suficiente para acabar con la confianza de cualquier, pero la actriz y cantante Bella Thorne ya ha demostrado en un sinfín de ocasiones que se siente lo bastante segura de su cuerpo como para lucir atuendos reveladores y publicar imágenes provocadoras en sus redes sociales.
En su caso, lo que de verdad consigue minarle la autoestima y hacerle sentir poco valiosa son las comparaciones con otras personas que poseen una preparación académica superior a la suya.
"Acudí a la escuela primaria en Florida y no comencé a hablar inglés hasta primer grado y durante mucho tiempo no fui capaz de leer", explica la intérprete de origen cubano en una nueva entrevista a la revista Shape. "La gente del colegio creía que era tonta, pero eventualmente descubrí que tenía dislexia. Solían obligarme a ponerme de pie frente a toda la clase para leer, y yo no conseguía pronunciar las palabras... al final siempre acababa volviendo a casa llorando. Eso es algo que se me ha quedado grabado para siempre. Al final aprendí a leer gracias a la interpretación. Los años que pasé en 'Shake It Up' fueron la única educación real que recibí, desde los 13 a los 16. Muchos de los niños con los que hablo dicen que odian la escuela, pero yo tenía verdaderas ganas de aprender. Aún las tengo. Así que mi objetivo a partir de ahora es mantener conversaciones inteligentes con personas que no tengan nada que ver con ninguna de las cosas que ya hay en mi vida".
En comparación, otras nimiedades como las críticas que recibe acerca de su físico, bien sea sobre su acné, su figura o su afición por depilarse con poca frecuencia, no le quitan en absoluto el sueño a la actriz.
"Aunque me sienta insegura acerca de mi educación, por norma general siempre me siento muy a gusto con mi cuerpo. Por supuesto que en ocasiones me despierto y no me gusta lo que veo en el espejo, pero entonces me tomo un momento para recordar de dónde vengo y cómo soy, una chica feliz: crecí corriendo por la playa en bikini, no tengo problema con mi cuerpo", asegura convencida.