Jessie J gana la versión china de 'Factor X'
La cantante de 'Price Tag' se ha coronado como vencedora en el concurso chino 'Singer', en el que compiten intérpretes profesionales de distintas partes del mundo, gracias a su versión de 'I Will Always Love You'
La estrella del pop Jessie J se ha coronado como la vencedora del programa de talentos 'Singer' de la televisión china: una especie de versión del formato 'Factor X', pero con cantantes internacionales ya consolidados como concursantes.
A lo largo de la competición, que ha estado emitiéndose en los últimos tres meses, la estrella británica ha interpretado algunos de sus temas más conocidos como 'Flashlight' y 'Domino', además de clásicos de otros artistas como 'I Have Nothing' o 'My Heart Will Go On'. De hecho, ha sido su versión de la canción 'I Will Always Love You' de Whitney Houston la que conquistó a la audiencia y al jurado consiguiéndole el primer puesto de la competición en la final por delante de otras cantantes consagradas como el compositor chino Hua Chenyu o la taiwanesa Angela Chang.
Poco después de hacer historia, al convertirse en la primera artista extranjera en seis ediciones que se alza vencedora, Jessie recurrió a sus redes sociales para hacer llegar su agradecimiento a todos los que la habían apoyado a lo largo de esa nueva aventura en un nuevo mercado que, a la vista está, ha caído rendido a sus pies.
"Ese tema fue el que hizo que quisiera convertirme en cantante cuando tenía cuatro años. Hacía años que soñaba con cantarla, pero creedme, quería esperar a sentir que me había ganado el hacerlo y que me lo merecía. Cantar cualquier cosa de Whitney es todo un honor, es la mejor que ha habido", explica Jessie en la grabación, en la que reconoce que los nervios se apoderaron de ella justo antes de salir al escenario. "Este momento se emitió en directo en la televisión china y justo unos instantes antes alguien se me acercó y me dijo: 'Hay más de mil millones de personas viéndonos'. Tuve que sobreponerme a las lágrimas, a la sensación de jet lag, al hecho de que mi voz hubiera decidido irse a dormir antes que yo para cantar lo mejor que pudiera. Quería que Whitney, mi yo de cuatro años, mis padres, mi equipo y a todos mis heartbeats [como se refiere cariñosamente a sus fans] se sintieran orgullosos de mí. Me puse a llorar como un bebé en cuanto se apagó la última nota. Gracias, China, por regalarme este momento".