Ryan Reynolds se ha vuelto más sentimental desde que es padre
El afamado actor, padre de dos niñas pequeñas junto a su esposa Blake Lively, se siente mucho más realizado a nivel personal gracias a sus experiencias en la paternidad
Además de haber vuelto por todo lo alto a la cartelera gracias al estreno de la segunda parte de 'Deadpool' -una de las sagas de superhéroes más populares y exitosas del momento-, el actor Ryan Reynolds tiene estos días un sinfín de razones adicionales para seguir proyectando ese optimismo tan contagioso que le caracteriza, buena parte de ellas relacionadas con la adorable familia que ha formado junto a su esposa, la también intérprete Blake Lively.
De hecho, el astro de Hollywood no puede evitar sacar a relucir su lado más enternecedor al referirse en público a las tres mujeres más importantes de su vida, la citada Blake y las dos hijas del matrimonio -las pequeñas James e Ines-, atribuyendo principalmente a estas dos últimas el hecho de que con los años se ha vuelto una persona mucho más "sentimental".
"Creo que siempre he sido un hombre sensible, desde que era bien pequeño, pero ser padre me ha hecho un poco más sentimental de lo que era antes", ha revelado el artista en conversación con la revista People.
Al igual que otras celebridades cuyas vidas solían girar únicamente en torno a su carrera profesional antes de descubrir las bondades de la paternidad, el actor estadounidense ya se sinceró en su momento sobre el cambio radical que había experimentado su visión del mundo tan pronto como dio la bienvenida a la primera de sus dos niñas.
"Es mucho mejor ser padre que no serlo. Tener una familia implica dejar de preocuparte por un montón de estupideces y empezar a centrarte en el presente. Antes me aburría soberanamente cuando la gente me enseñaba fotos de sus bebés, hasta el punto de querer tirarme por una ventana. Ahora soy yo el que no puede parar de enseñar fotos de las niñas a la gente", aseguraba en una entrevista anterior para, a continuación, abordar algunas de las dificultades derivadas de sus responsabilidades parentales.
"No es tan complicado para nosotros compaginar la crianza de nuestras hijas con nuestros respectivos trabajos, ya que siempre nos aseguramos de no trabajar los dos al mismo tiempo. El verdadero reto está en poder dormir las suficientes horas. Mi mujer y yo estamos convencidos de que las niñas son alérgicas a la idea de dormir", bromeaba al respecto.