Halsey se alegra de haber vivido su propia crisis psicológica
La intérprete se ha pronunciado una vez más sobre sus problemas mentales y, especialmente, acerca de su estancia de 17 días en un centro psiquiátrico.
La cantante Halsey siempre ha hecho de la sinceridad y la transparencia más absolutas su bandera y, de hecho, durante su corta pero intensa carrera musical no ha dudado en aprovechar su creciente popularidad para concienciar a la opinión pública, especialmente a los más jóvenes, sobre la importancia de expresarse sin temor acerca de aquellos baches emocionales y psicológicos que no son ajenos al común de los mortales.
Sin embargo, la intérprete ha querido reflexionar ahora sobre las notables diferencias que existen entre lidiar con esta clase de contratiempos en el marco de un anonimato relativo y tener que hacerlo bajo el escrutinio constante de los medios de comunicación y, en los últimos tiempos, también de esos internautas tan poco empáticos que pueblan las redes sociales.
En ese sentido, la joven artista de 24 años ha recordado que, años antes de conocer la fama, tuvo que superar una profunda y prolongada crisis nerviosa que la llevó a pasar 17 días en un centro psiquiátrico y que, entre otras cosas, se encontraba íntimamente ligada al trastorno bipolar que le había sido diagnosticado. Si no hubiera salido de tan dramática experiencia reforzada y con una mayor conciencia sobre las necesidades de su salud mental, la vocalista no sabe si, a día de hoy, sería capaz de gestionar la presión adicional que se deriva de su profesión y notoriedad pública.
"En esa época estaba pasando por muchas cosas al mismo tiempo y no tenía guía ni dirección de ningún tipo. Gracias a Dios que viví esa experiencia en ese momento y no ahora. Teniendo en cuenta lo que he vivido en los dos últimos años, si no hubiera pasado por esa crisis, ¿quién sabe lo que me habría podido pasar?", ha asegurado en una emotiva conversación con la revista Glamour, antes de pronunciarse sobre sus ya superados pensamientos suicidas: uno de los efectos más preocupantes de esa etapa de inestabilidad anímica.
"Finalmente me di cuenta de que quería vivir, y ahora disfruto de un momento muy privilegiado que, al mismo tiempo, me hace asumir la responsabilidad de propiciar cambios. En último término, poco importa si al final del día hay gente que piensa que mi música es insustancial o vacía. Yo no lo creo, y mi esperanza reside en que mi mensaje sirva de ayuda a los demás y les reconforte", ha explicado en la misma entrevista.