Halsey habla de sus ingresos 'secretos' en hospitales psiquiátricos
La estrella del pop tuvo que buscar ayuda profesional para lidiar con el trastorno bipolar que padece hasta en dos ocasiones desde que saltara a la fama.
En los últimos años Halsey ha hablado en más de una ocasión del trastorno bipolar que padece y que le diagnosticaron siendo una adolescente tras un intento de suicidio, para tratar de explicar cómo afecta a su día a día, lo que en ocasiones le ha valido un sinfín de críticas por parte de quienes consideran que idealiza o explota esa enfermedad con fines publicitarios.
Sin embargo, en todo ese tiempo también ha ingresado en dos ocasiones distintas en centros psiquiátricos de forma discreta, según acaba de desvelar ahora en una nueva entrevista para la revista Rolling Stone.
"Me han ingresado un par de veces desde que me he convertido en Halsey, y nadie se ha enterado", desvela la cantante, cuyo verdadero nombre es Ashley Nicolette Frangipane, antes de matizar que la decisión de buscar ayuda profesional le correspondió exclusivamente a ella.
"Le dije a mi mánager que no creía que fuera a hacer nada malo inmediatamente, pero que estaba llegando a un punto en el que esa era una posibilidad, y que teníamos que encontrar una solución. Es algo que todavía le sucede a mi cuerpo, solo que ahora sé cuándo tengo que tomar medidas al respecto".
En la actualidad, la artista atraviesa un período que ella misma describe como maníaco, pero es muy consciente de que "muy pronto" volverá a sentirse "deprimida y aburrida con todo y con todos": "Cada vez que me despierto y me doy cuenta de que he vuelto a entrar en un ciclo depresivo, me siento decepcionada. Me digo a mí misma: 'Mi**da, mi**da. ¿Esto es lo que me toca ahora?'".
Su estatus de estrella del pop tampoco ha ayudado demasiado a su salud mental, aunque ella está tratando de no perder la perspectiva y protegerse renunciando, por ejemplo, al alcohol fuerte, las drogas y el consumo de marihuana u obligándose a realizar tareas cotidianas como ir a la compra y cocinar a diario.
"Tengo 24 años, jo**r. Soy una mujer hecha y derecha. No puedo ser alguien tan jodi**mente dependiente o indefenso como para necesitar que otra persona se ocupe de todo por mí. Acabaría suicidándome. Estoy segura de que me volvería literalmente loca", ha asegurado.