La esposa de Ed Sheeran teme que se convierta en un ermitaño

El cantante reconoce que su esposa Cherry tiene razón cuando le dice que no puede encerrarse eternamente en su casa de Suffolk por mucho que le moleste que la gente le reconozca por la calle.

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El cantante Ed Sheeran ha creado un refugio a su medida en su propiedad de Suffolk, donde durante los últimos años ha ido construyendo una serie de edificaciones adicionales a la vivienda principal (incluido un pub llamado 'The Lancaster Lock'', un centro de entretenimiento, un estanque con un muelle incluido y, de haber logrado salirse con la suya, también una capilla en la que casarse) que le permiten limitar al mínimo su contacto con el mundo exterior cuando lo desea.

Esa aparente ventaja, sin embargo, ha comenzado a preocupar a su esposa, Cherry Seaborn, quien teme que acabe por convertirse en una especie de ermitaño.

"Cherry está intentando que salga más a menudo. Le da miedo que con eso del pub y el cine... He conseguido que sean mis amigos los que vengan a verme a mí, en lugar de quedar con ellos fuera de casa. Y por eso ella trata de convencerme para que hagamos cosas fuera más a menudo", ha explicado el músico en una entrevista para el canal de YouTube del locutor Charlamagne Tha God.

Cherry es, por supuesto, muy consciente de que su marido ni siquiera ha podido salir a comprar el pan en los últimos tres años debido a las aglomeraciones que se producen cada vez que alguien le reconoce por la calle, pero en su opinión esa no es excusa para no intentar llevar una vida normal dentro de lo posible.

"Claro que sabe lo que sucede, y obviamente a ella tampoco le parece agradable. Pero aun así piensa que no es saludable lo que estoy haciendo", ha reconocido él.

Al intérprete le queda al menos el consuelo de que en su lugar de residencia, que sigue siendo el mismo en el que creció y pasó la mayor parte de su adolescencia, sus vecinos le tratan con relativa normalidad a pesar de que varios de ellos han presentado quejas en el pasado ante el gobierno local por las obras y reformas que Ed realizaba en su mansión, por miedo a que acabara convirtiéndola en una especie de destino de fiesta entre sus conocidos, algo que parece que no ha sucedido.