Así vivió La Segura el momento exacto del atentado donde intentaron acabar con su vida

La mujer reveló detalles de todo lo que pasó antes y después del terrible atentado en su contra.

Captura de La Casa de los Famosos Colombia - La Segura

La Segura es una de las influencers más reconocidas de los últimos años, la mujer ha logrado tener gran popularidad gracias a todo el contenido que comparte en sus redes sociales, donde se ven desde recetas, hasta videos de bromas y estilo de vida. Sin embargo, hace algún tiempo, fue víctima de un terrible atentado en las calles de Cali, los cuales la dejaron en silla de ruedas por un tiempo y con varios problemas en su columna.

Natalia Segura ahora es una de las participantes de La Casa de los Famosos y allí ha dado una gran cantidad de contenido, pero muchas personas se preguntan porque siempre hablar de “dolores fuertes” en su columna y se moviliza por medio de un carro auxiliar por toda la mansión, por lo que no puede realizar los mismos movimientos que sus compañeros.

La Segura contó detalles de cómo vivió su atentado en Cali

Todo esto pasó cuando ella tenía 20 años, por lo que no entendía muy bien todo lo que estaba pasando, ni mucho menos las consecuencias que esto iba a traer a su vida, dejándola con problemas en su cuerpo de por vida y sentada en una silla de ruedas por una larga temporada.

En ese entonces, ella empezó con su negocio de comidas rápidas, era uno de los más populares del centro de Cali y todos los días mientras su familia trabajaba, ella se iba local por local a tomar nota de los domicilios que pedían las personas, pues dice que los perros calientes eran "los más económicos de la zona".

Sin embargo, un día tras dejar a su madre en una discoteca, alguien le pitó mientras ella conducía el vehículo. “Alguien me pitó y me dijo: “¿tú te llamas, Natalia Segura?” Yo le dije que sí, por lo que me respondió: “ah, bueno. No de papaya, escóndase” y yo no entendía”, afirmó la mujer en medio de una entrevista con Dímelo King.

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Debido a los nervios y la adrenalina del momento, La Segura decidió irse a perseguir al hombre, por lo que cuadras más adelante lo alcanzó para preguntarle por lo que le había dicho “yo no tengo problemas con nadie, yo no estoy metida en cuentos con nadie, yo no debo nada, explíquenme por qué me dice eso”, pero en ese momento el hombre le mostró la fotocopia del SOAT del carro.

Lo único que sé es que lo que le quieren hacer es algo muy injusto y yo tengo una hija de su edad. Solo le digo que no de papaya… y dígale a su exnovio, que él sabe de qué le habló” finalizó el hombre que la perseguía.

En ese momento, ella llamó al hombre para pedirle explicaciones, pues ellos ya no tenían relación, mientras que el hombre ya estaba comprometido con la mujer que quería hacerle daño a La Segura. Pero al parecer eso no fue suficiente, pues dos meses después pasó algo que ella no se imaginaba.

“Un día le dije a mi abuela que me acompañara por el carro, eran las ocho de la noche y por primera vez, ella me dijo que no… me fui con otro chico y en ese entonces yo fumaba, entonces compramos unos cigarrillos y unos chicles. Me monté al carro, él también, pero pasó una moto y se quedó mirando. En ese momento sentí que me iban a matar”, relató la joven.

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Solo pasaron unos minutos para que La Segura sintiera el impacto de dos balas ingresando a su cuerpo; por fortuna, ella se agachó dentro del vehículo. Uno de los proyectiles le entró por el brazo y le salió por el mismo lado. Otra, por un lado, cercano al seno, las dos llegaron a la columna vertebral de la joven y perforaron uno de sus pulmones.

De inmediato ella entró en paro respiratorio, pues su pulmón se empezó a llenar de sangre y cuando ella reaccionó para bajarse del carro para pedir ayuda, de la cintura para abajo ella ya no sentía su cuerpo, no le respondía. Después de eso, pasó un mes hasta que ella pudiera volver a mover un dedo de su pie, porque todo estaba totalmente inmovilizado.

Gracias a todas las terapias que tomó y a todo lo que tuvo que hacer después de este atentado, la mujer en la actualidad puede volver a caminar. Pero no todo es lo que ella esperaba, ya que uno de los proyectiles sigue en su columna, por lo que los fuertes dolores no la dejan un solo día y hay varias actividades físicas que ella no puede realizar.