Conoce la música del grupo español Efecto Pasillo

Escucha "Pan y mantequilla" y déjate conquistar con su melodía

Se oye un murmullo apagado de risas, notas disonantes y frases inconexas... Abro la puerta acolchada y me interno en el Pasillo. El ambiente está cargado. Aquí se ha trabajado. Y se ha disfrutado. Se nota en la mezcla de humos y humores. Javi, sentado en su puesto, habla por teléfono mientras tamborilea con los dedos. Parece ocupado. Arturo, mientras afina, ríe de algo que le está diciendo Nau, algo que probablemente solo ellos dos entiendan. Iván, ajeno a lo que sucede, intenta recitarles su última letra. De pronto, el silencio que precede a la tormenta. Todos a sus puestos y... Una explosión de luz inunda el escenario. Efecto Pasillo está en su lugar, y ahí es donde le gusta estar. Se divierten sobre las tablas, y se nota. Quieren que nos divirtamos con ellos, y nos invitan a cantar, a jugar, a soñar.

Corría el mes de abril de 2007 y con la primavera derramando sus primeros calores, un grupo de cuatro grancanarios debutaba en los escenarios de la isla. Se trata de Efecto Pasillo (Iván -voz-, Javi - batería-, Nau -guitarra-, y Arturo -bajo-). Con pocas semanas de vida ganaron su primer concurso de bandas. Entusiasmados por la reacción de un público entregadísimo, decidieron subir el primer escalón de una larga escalera que les llevara hacia arriba o como ellos dicen “hacia la luz”. Grabaron su primera maqueta, una demo de cinco cortes titulada "En el aire", que tuvo una buena acogida por parte de los seguidores y las emisoras locales. Había que seguir subiendo, y, entre una oleada de conciertos en las islas, y alguno en la capital, apareció la figura del productor musical Tato Latorre. Tras unos cuantos correos y alguna llamada, cogió un avión BCN-LPA con la intención de conocerlos y escuchar su música en persona. Fue un flechazo automático, por un lado la frescura y el descaro de los pasillo, y por otro la profesionalidad y visión de Tato. De este encuentro nació la determinación de grabar su primer disco y así avanzar otro escalón más.

Pasaron así unos meses de composición febril, unas veces encerrados en un local sin ventilación, otras en la playa viendo pasar las niñas por la orilla, otras de fiesta por las calles de cualquier ciudad. Así se gestaron los doce temas que compondrían su presentación discográfica; "Efecto Pasillo". De éste álbum, que llegó a principios de 2010, se desprende su primer single, "Chacho", canción que les proporcionó algunos de sus mejores momentos, sonando en radios y televisiones de todo el país y girando en 2010 como teloneros de los emblemáticos Hombres G. “La sensación es abrumadora, el calor insoportable. El sudor ya no te gotea, cae en riachuelos de adrenalina. El lugar está lleno. El foco en la cara, lo ves todo naranja. Te asustas, crees que de un momento a otro puedes desfallecer, y es entonces cuando ves las caras. Caras de felicidad. Caras que ríen, que gritan, que cantan. Y cuerpos que bailan, y saltan, y se rozan. En ese momento tu cuerpo no importa, eres tu instrumento, eres la música que llena de felicidad esas caras.”

Sigue un periodo de relativa tranquilidad, con más actuaciones, más horas de encierro en el local, y más canciones que suponen el germen de un segundo disco. Canciones más abiertas, más internacionales tal vez, a las que aplican todo lo que han visto y aprendido en el camino. Varios encuentros con su amigo y mentor Tato Latorre, reuniones vía skype, llamadas y más llamadas abren otra nueva etapa de composición, de elección de repertorio, de grabación, de producción y las ganas para subir su último escalón hasta el momento. Así llega su segundo álbum, “El misterioso caso de…”, que tras cosechar un enorme éxito España en 2013, verá la luz en México en este 2014.

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