Liam Payne casi no sobrevive al ritmo de trabajo de One Direction
Ahora que One Direction parece haber quedado ya en el retrovisor de sus respectivas carreras musicales, sus miembros parecen sentirse por fin libres para compartir los aspectos menos amables de formar parte de la 'boy band' más famosa del mundo, con permiso de los Backstreet Boys.
Zayn Malik ya reconoció tras su abandono en 2015 que su imagen era controlada al detalle para que no proyectara un aspecto demasiado adulto, Louis Tomlinson confesaba hace unos meses que siempre se había sentido como un 'cero a la izquierda' entre sus compañeros e incluso Niall Horan -el que más receptivo se ha mostrado en todo momento a una reunión futura- ha admitido que la alargada sombra de 1D le ha generado una ansiedad que interfiere con su carrera en solitario.
Ahora Liam Payne ha ofrecido su propia versión de los momentos más oscuro de esa etapa, reconociendo que se forzó demasiado y dando a entender además que las personas que debían haber antepuesto su bienestar a todo lo demás no lo hicieron.
"No deberían haberme permitido dar tantos conciertos como dimos, si te soy sincero, brutalmente sincero. Salir al escenario y poner una sonrisa mientras cantaba... presentarme ante el público con una máscara... nadie ve realmente lo que está pasando", reconoce el intérprete en una nueva entrevista a un diario británico, citando un ejemplo concreto del momento en que colapsó y toda la banda se vio obligada a cancelar uno de sus recitales: cuando concluyó su relación con su antigua novia Sophia Smith.
"Ese día permití que me afectara. No estaba bien y desgraciadamente estaba pasando por un momento duro y me afectó más de lo que debería. Eso fue todo. No creo que nos tomáramos el tiempo necesario para celebrar todos nuestros logros, que eran maravilloso. Sí, ganamos tres EMAs, pero justo después nos subíamos a un avión para irnos a otro país".