¿Cómo se usan los guantes exfoliantes en la piel? Frecuencia de uso y guía completa
Los guantes son una herramienta importante para eliminar las célular muertas de la piel.

Créditos: Exfoliar la piel - Getty Images
Cuidar tu piel va más allá de hidratarla. La exfoliación es parte importante para que luzca saludable, suave y luminosa. En este proceso, los guantes exfoliantes se han convertido en una herramienta clave para eliminar las células muertas, estimular la circulación y mejorar la textura de la piel. No obstante, hace un uso incorrecto de ellos puede causar daño en la barrera cutánea.
Aquí te mostraremos una guía completa en la que te explicaremos cómo usar los guantes exfoliantes correctamente y cada cuánto hacerlo según tu tipo de piel. Sigue estos consejos para sacarle mayor provecho a esta herramienta y luce una piel radiante.
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Los beneficios de los guantes exfoliantes
Los guantes son diseñados para ayudar a exfoliar la piel de manera manual al momento de tomar una ducha, hecho en materiales con textura rugosa. Su función principal eliminar las células muertas de la piel, estimular circulación sanguínea del rostro, mejorar la textura y el tono de tu piel.
Gracias a la exfoliación, puedes prevenir que tus vellos se encarnen y potenciar la absorción de cremas o productos de skincare. De esta manera, podrás lucir una piel mucho más radiante y con un mejor aspecto.
¿Cómo usar los guantes exfoliantes? Paso a paso
- Hidrata tu piel: Entra a la ducha y deja que el agua caliente actúe durante 5 minutos para ablandar la piel y abrir los poros para un mejor resultado.
- Coloca el guante en tu mano: Puedes usarlo en una mano o ambos manos para trabajar más rápido y para tu comodidad.
- Aplica gel de baño o jabón: Busca un producto que sea perfecto para tu piel y evita que usar los que sean más agresivos para tu piel. Puedes ponerlo en tu guante o directamente en la mano.
- Masajea con movimientos circulares: Frota suavemente la piel con movimientos circulares o ascendentes. Evita por completo hacer presión, más si tienes piel sensible, pues podrías ocasionar un daño en ella.
- Enjuaga: Lava tu rostro con abundante agua con agua tibia para eliminar las células muertas.
- Hidrata la piel: Aplica crema o aceite para hidratar la piel luego de exfoliarla.
Debes tener presente que no lo puedes realizar frecuentemente, pues esto podría traer algunas contraindicaciones. Si tu piel es normal, hazlo dos veces por semana; piel grasa, 2 a tres veces; piel seca, una vez y piel con acné consulta con dermatología antes de hacerlo.




