Este fue el momento de frustración que vivió Daniela Ospina con su hija Salomé

Al parecer la primogénita de la antioqueña no pasó por un buen momento.

Daniela Ospina es una modelo, empresaria y deportista colombiana que se ha convertido en una de las personalidades más destacadas de la farándula nacional. Su relación con el futbolista cucuteño James Rodríguez, de quién se divorció, la llevó a estar bajo la lupa mediática más de una vez. Sin embargo, esto no fue un motivo para que la antioqueña brillara por sí sola.

Además de ser una bellísima emprendedora, la paisa es creadora de contenido. En sus redes sociales, donde cuenta con más de siete millones de seguidores, la colombiana ha encontrado un espacio de esparcimiento para generar cercanía con sus fanáticos. Allí, la antioqueña deja salir a la luz detalles de su vida profesional y privada.

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Por su puesto, dentro de esos íntimos pormenores que Ospina muestra a sus fanáticos se encuentran la relación que tiene con su actual pareja, el actor Gabriel Coronel, y su diario vivir como madre de sus dos hijos.

La modelo de 30 años es considerada por los internautas como buena madre, pues a pesar de los conflictos y la separación con el padre de su primogénita, ha velado por el bienestar de Salomé y su serenidad para poder compartir en completa libertad con sus dos progenitores en ambientes similares.

El amargo momento que vivieron Daniela Ospina y su hija

Hace unos días, la modelo compartió por medio de sus historias en su perfil de Instagram, un ‘Boomerang’ y una imagen de su hija Salomé. Sin embargo, lo que llamó la atención es que ambos archivos contrastaron las emociones de la menor, ya que uno mostró a su primogénita feliz, mientras que el otro la mostró triste.

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Acompañando ambos momentos, Ospina escribió un mensaje que explicó lo sucedido y que conmovió a más de un espectador. Los gestos de la hija de la empresaria antioqueña se relacionaban directamente con una de las pasiones de la menor, la danza. Su madre le confesó a sus seguidores que Salome ensayó, durante varios días, una coreografía que iba a presentar y que al final se canceló.

“A Salo le cambiaron un baile que ensayó toda la semana porque querían ver más de ella. Y esta fue una situación frustrante para ella, lloró, lo rechazó pero le recordé lo importante que era volver esto una gran oportunidad”.

Ante la frustración y el enojo de la pequeña de 10 años, Ospina recalcó que esta compleja situación le había servido a Salomé para entender que de los fracasos y obstáculos que se presentan en la vida, se pueden obtener resultados positivos.

“Hay algo más importante y es aceptarla y trabajarla para que se convierta en una gran oportunidad de entender que te puedes secar las lágrimas y continuar…”